La historia que a continuación se cuenta, tiene que ver con los procesos de emprendimiento, innovación y otros la verdad es que está muy buena... se publicó en el Blog de un amigo que su vez lo habia visto del blog de otro amigo... y sigue la red... con la autorización de Jorge Dominguez, publico la siguiente historia:
Francia, a mediados del siglo XIX era reconocida como el país más avanzado en ganadería de Europa. Una de las razones era porque la fiebre aftosa mataba la mitad del ganado en todas partes. A Francia se le moría menos de la mitad porque tenían un mejor manejo de la peste gracias a los “higienistas”.
De todos modos, era un peste que venía cada ciertos años y causaba grandes estragos arrasando con la mitad del ganado. En el terreno más científico estaba ocurriendo la discusión sobre el origen de la vida, donde Luis Pasteur estaba metido hace rato. Él se había metido en un mundo que era el de los microbios para mirar y explicar todos aquellos experimentos de los creacionistas que creían que el origen de la vida se formaba espontáneamente. Él dijo que esto no era así. Su aprendizaje fue observar con mucha atención las aguas. El tomó las aguas más puras de las montañas y se dio cuenta que ahí no se generaba ningún tipo de microorganismo.
“El relojito”El desarrolló la disciplina de saber mirar vida microscópica. A esto es lo que vamos a llamar “el relojito”, cada vez que se tratara de ver con el microscopio el aplicaba este relojito que tenía ciertas particularidades.
Pasteur tenía un amigo cervecero que tenia el gran problema que se le agriaba la cerveza y decidió ayudarlo. Entonces Pasteur aplicó su relojito que consistía en separar los diferentes bichos que estaban en la cerveza agria. La siguiente etapa era ver cual de los tres bichitos era la que hacía agria no se reproducían. Después de observar y experimentar, Pasteur le dijo “Tu solución es enfriar la cerveza”.
Ese era el tipo de reloj que Pasteur manejaba, el cual era una práctica marginal a los cerveceros y también a los ganaderos. Ellos no sabían que este mundo de prácticas existía.
Pasteur en su laboratorio tenía una estudiante y en una conversación con su novio Pier éste le manifiesta sus tribulaciones, ya que su padre, el más grande de los ganaderos de Francia estaba perdiendo gran cantidad de ganado a causa de la peste. Ella le dice que su maestro podía ayudarle. Pasteur escuchó el problema y dijo: “Podría ser que un bicho pudiera estar causando estos males”.Pier le dijo: “Qué tenemos que hacer para estar seguros”.“Vamos a observar la granja”, le dijo Pasteur.
Una vez allí tomó las muestras para echar a andar “su relojito”. El papá de Pier quedó muy sorprendido al ver cómo Pasteur y sus alumnos tomaban muestras de orina, fecas, alimentos, etc. Esto era tan raro para él, que empezó a desconfiar de Pasteur.
Prácticas marginalesPasteur tomó esto y echó a andar “su relojito, algo que para él era una práctica normal. Pasteur agarró todo el mundo de prácticas de la ganadería y la mezcló con una práctica marginal que era el uso del microscopio. Como nadie sabía para qué usar el microscopio, él lo tomó y empezó a investigar las aguas podridas. Pasteur dijo, bueno, si en el agua podrida hay miles de bichos microscópicos, esto se puede aplicar en otros microorganismos. Algo ocurre aquí. En su práctica habitual, Pasteur veía que las vacas se morían. El vio una realidad que para todos era normal, y la consideró una anomalía.
Pasteur al microscopio, vio que habían muchos bichos en las muestras que había recogido. Y dijo: ”Podría ser que alguno de estos bichos cause la peste”.Pier le dijo: ”qué necesitas para saberlo”.Pasteur le dijo: “Necesito 10 vacas para investigar”.
Pier va donde su padre. A pesar de su reticiencia, se las entrega. De los bichos que había encontrado, Pasteur los separa y le pone estos bichos a 5 de las 10 vacas que le había entregado Pier. Una vez concluída la experimentación, dijo: “Es muy posible que alguno de estos bichos esté causando la muerte de las vacas.” Entonces le pidió 200 vacas más, porque el reloj así lo pide, necesitaba identificar los bichos que tenían las vacas.
Las vacas muertasEn esta oportunidad, en el papá de Pier aparece un estado de ánimo que es propio de tener una certidumbre respecto de algo que no les gusta -la muerte de sus vacas-, pero a la vez lo que tiene es una “resignación tranquilizada”. A todas las veces que decimos “no hay nada que hacer si así funciona, así es” esto es una vaca muerta.
Vaca muerta es una cosa que todos ven como normal, como algo que ocurre y que es normal que ocurra. Una vaca muerta es una anomalía que nos hemos acostumbrado de ver como algo normal. En todos los ámbitos está lleno de vacas muertas, situaciones que nos hemos acostumbrado a ver como normales.
Para el papá de Pier, la vaca muerta era un dato, esto era algo que ocurría y le dijo que no le iba a entregar más vacas. Pier va donde su madre y ésta accede a dárselas.
Luego de experimentar con las 200 vacas, Pasteur dijo: “Ahora sí estoy seguro del bicho que causa la peste, pero todavía no tenemos la solución.”
En estos momentos, un científico italiano se fue a su país a vender esta idea. No logró conseguir la vacuna, porque el reloj de Pasteur no es cualquiera, sino que es parte de una tradición, de prácticas, de detalles y de estudios. Para innovar hay que aceptar que existen tradiciones que no son las tuyas y que debes aceptar. Para innovar hay que ser respetuosos y humildes.
Pasteur le dijo a Pier: “Necesito unas quinientas vacas más para hacer las pruebas. Para conseguir las 500 vacas, Pier recurrió a amigos de su padre. Algunos pocos accedieron, otros dijeron “pago por ver”, y otros que se negaron rotundamente. Pasteur le hace un tratamiento a los bichos para atontarlos y se lo inyecta a una vaca que crea un anticuerpo y de ese suero, se lo pone a una vaca que lo cura y no se muere.
Al terminar todo el “relojito”, Pasteur confeccionó un frasquito mágico con un líquido que “salvaba vacas”. Al terminar, ya tenía una fila fuera de su casa con los ganaderos, tanto crédulos como incrédulos, dispuestos a pagarle lo que fuera por ese líquido.
InnovaciónLa innovación, en términos de descubrir vacunas y remedios para las enfermedades, se vuelve una máquina. Una distinción es la innovación radical que es el fenómeno de Pasteur y otra es meterse en una máquina innovadora que ya existe. La innovación radical tiene muchos más resistentes, porque hay que romper paradigmas muy grandes.
Hoy en día existe gente que se resiste a resolver anomalías con relojes que ya existen. La innovación es una actitud. Hay dos cosas que forman una roca sólida contra la posibilidad de innovar. Una es cuando estás resignado, es decir algo no te gusta, pero aceptas que sea así. Y otra, cuando estás tranquilizado ante una realidad, ya que tienes una muy buena explicación de por qué las cosas son así.
Para innovar hay que romper el mundo interpretativo donde uno vive, con la práctica de aplicar prácticas marginales a esa realidad.
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